Ahí estaba, paralizado y con cara de no entender nada, mientras observaba cómo se alejaba en el taxi en el que se acababa de subir. "Es mejor así, compréndelo", fueron las últimas palabras de ella. Pero él no podía comprenderlo. No después de poner toda la pasión de la que una persona es capaz para solucionar las cosas. Empezó a llover, pero seguía paralizado. Sólo movió una mano para retirar una gota de su rostro. O quizás era una lágrima.
5 comentarios:
¡¡¡Pobrecitooo!!!
Y qué precioso el texto.
Ya te echaba de menos, Pepe.
Un saludo y un beso
Cuando he visto el título me temía lo peor. Y espero que no sea una metáfora.
P.D. No sé qué cojones pasa con tu blog, pero para poder comentar tengo que cambiar de navegador.
Un abrazo
Aspirante:
Ya ves, me pilló así, con ganas de hacer sufrir a alguien, jeje.
Corpi:
El título, en parte, es una trampa, lo reconozco. No me lo tomes en cuenta.
Un abrazo.
Pues va a ser que no ganamos para sobresaltos, yo perdido en mi mundo extraterrenal, de vez en cuando bajo a este mi planeta y me junto con la gente pobres mortales, navego por Internet, escribo algo en el blog, y cuando miro mis enlaces me llevo sorpresas (quizás por no estar al día) pero cuando terminas de leer y sigues con cara de poker descubres que no es mas que una poesía.
Un saludo
Ya, bueno... lo reconozco. El título es en parte un gancho. Perdón, perdón.
:P Un abrazo, y a ver si actualizas más a menudo.
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