viernes, 30 de noviembre de 2007

Difícil decisión

"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad".

Victor Hugo, novelista francés (1802-1885).

Pocas decisiones como la que acabamos de tomar Joelma y yo le cambian tanto la vida a una persona. Después de mucho sopesar pros y contras, ha dado el sí a una oferta de trabajo muy tentadora. A la empresa le urgía una respuesta casi inmediata, así que ha sido difícil decidirse. Está a punto de quedarse fija en su actual trabajo, en un gran grupo empresarial con presencia en todo el mundo, con perspectivas de futuro, realizándose profesionalmente cada día. Yo soy funcionario, con todo lo bueno y lo malo -que también- que ello conlleva. También soy monitor de la plantilla en cierto aspecto técnico de mi trabajo, con lo que me saco un extra que viene muy bien.

Pero nos hemos decidido. Nos vamos a vivir a Brasil. Joelma va a ocupar un cargo directivo en Salvador de Bahía, precisamente su ciudad. Un cargo de mucha responsabilidad, pero bien pagado -no como ahora- y participante de la sociedad del grupo que la ha contratado. Traslados y vivienda a cargo de la empresa. Muy, muy tentador.

Está previsto que nos vayamos la segunda semana de enero, y estamos en plena y frenética carrera contrareloj para desconectar todos los cables que nos mantienen vinculados de algún modo a este "mundo": casa, coches, trabajo, contratos, etc., etc. Cables que deberán volver a conectarse al otro lado del Atlántico.

Lógicamente lo que más voy a echar de menos es a las personas, muy especialmente a mi hijo -vive con su madre, mi primer
a esposa-, que se tomó la noticia, a sus once años, con la madurez que le caracteriza, tan impropia de su edad. Mi madre, hermana y sobrinas, mi abuela, los amigos... Será muy difícil, lo sé, pero pensamos que la ocasión merece la pena. Tenemos la esperanza de que vaya a ser algo así como una inversión de tiempo para un futuro mejor, el nuestro y el de la niña. Una ventaja importante es que la peque sólo tiene once meses, con lo que un posible problema de adaptación está descartado.

Sea como sea, hay mucho que ganar y muy poco que perder. A la vuelta de dos años, que es el compromiso mínimo que ha firmado, y el tiempo mínimo que debo estar de excedencia, y por muy mal que nos vaya, volveremos a estar como ahora.

He puesto la cita porque me gusta mucho, pero prefiero el consejo que tantas veces me dio mi padre, q.e.p.d.: "No te arrepientas nunca de lo que has hecho, sino de lo que has dejado de hacer".

domingo, 25 de noviembre de 2007

Anécdota con famoso

Quien más quien menos tiene su anécdota que contar con un famoso. Yo, para no ser menos, también tengo la mía.

El año pasado pasamos Joelma -embarazada a la sazón de unos tres meses- y yo unos días de vacaciones en el Caribe. Una de las piscinas del hotel era como una serpiente que lo rodeaba por dos lados. Nuestra habitación estaba en la planta baja, con salida directa a los jardines y a esa piscina. Nos hicimos unas fotos y, usando un mini-trípode colocado en la mesa de la terraza de la habitación, pretendía conseguir una instantánea de los dos sentados al borde de la piscina, disparando con el remoto de diez segundos. Joelma preparada, cámara enfocada, disparador accionado, y carrera del que suscribe bordeando la piscina para llegar al lado contrario y sentarme junto a ella para posar (la mar de relajado) con tiempo suficiente de que la cámara haga la foto. Ya había hecho dos siguiendo los pasos antes detallados, cuando se levanta de su hamaca
Pablo Motos, que se ve que había estado asistiendo a tan lamentable espectáculo, se dirije hacia mí, y me dice "anda, trae p'acá la cámara que te haga una foto en condiciones, que te vas a matar".

No salía tanto en la tele como ahora, pero lo reconocí enseguida. Además no hacía mucho que lo había visto en el teatro con "Entre fuerte y flojo" con el gran Quique San Francisco, divertidísima obra, por cierto. Lejos de estar endiosado, como tantos otros que no le llegan a la suela de los zapatos (recuerdo que es periodista, escritor, actor, dramaturgo, compositor y más cosas), estuvo cordialísimo y haciendo gala de una sencillez enorme, y su simpática acompañante igual.

Acompañan el post una foto del menda con Pablo Motos, y la que nos hizo él a Joelma y a mí.

A ver si os animáis y contáis la vuestra, que seguro que alguna sale.

domingo, 11 de noviembre de 2007

¿Por qué no te callas?

Normalmante no utilizo el blog para comentar la actualidad, pero la ocasión merece la pena.

De todos es conocido el carácter campechano y cercano del Rey don Juan Carlos. Yo particularmente soy de los que opinan que las monarquías, la española y todas las demás, deberían desaparecer, por ser instituciones obsoletas y porque nos cuestan un dineral a los ciudadanos, pero como a casi todo el mundo, me cae muy bien. Una cosa no quita la otra.

Ayer en la Cumbre Iberoamericana, el impresentable del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, descargó su ira con sus peculiares formas contra el ex presidente español Aznar, a quien llamó "fascista" hasta en tres ocasiones. Ante la impotencia de Zapatero para hacer entrar en razón a su homónimo venezolano, el Rey no pudo aguantar y dejó de morderse la lengua. Su espontánea y repentina reacción, sin precedentes, fue espetar a Chávez: "¿Por qué no te callas?". Juan Carlos siempre ha estado por encima de los protocolos, y esta vez ha quedado más patente que nunca.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Cita

"Quien nos hace reír es un cómico. Quien nos hace pensar y luego reír es un humorista"


George Burns, cómico y actor estadounidense (1896-1996)

Me parece muy interesante el matiz. Sin desmerecer ninguna de las dos facetas, en absoluto, que hay cómicos a los que sólo verlos, sin necesidad de abrir la boca, ya te partes de risa. Porque a mí me encanta el humor visual; Pepe Viyuela, por ejemplo, me parece genial -aún hoy me troncho recordando la odisea que pasaba para subir a una escalera de dos peldaños-.

Por otra parte, como ejemplo paradigmático de humorista, pondría al genial José Luis Coll (q.e.p.d.), o a muchos de los grandes humoristas gráficos -¿quién no recuerda alguna de las lapidarias frases de Mafalda?-.

En cualquier caso, justo es reconocer el trabajo de cualquiera que nos hace la vida más llevadera con sus gracias. Incluídos los anónimos en la vida cotidiana, que los hay, y muy buenos.