miércoles, 30 de abril de 2008

Costumbres

No me acostumbro:

A que todo en la vida cotidiana acontezca dos horas antes: almorzar a mediodía, cenar a las 20:00 (o antes), comercios abiertos a las 07:00, comercios cerrados a las 18:00, salida y puesta de sol…
A que llamen a la gente chistando. Aqui es lo más normal, en casa, en la calle, al camarero del restaurante. Todo quisqui con el dichoso “psssss” constantemente. Es curioso, con lo mal visto que está eso en España (y supongo que en otros sítios).
A que cuando alguien estornude nadie diga nada, me refiero a un equivalente a “salud”, o “Jesús”, o “a ver si revientas”.
A la falta de aceite de oliva. Aqui es un artículo de lujo que sólo se usa para aderezar, y con moderación, las ensaladas. Lo que echo de menos unos huevos fritos como Dios manda...
A que mis sobrinos me digan de usted. Lo normal es llamar de usted a todas las personas mayores, incluso los padres. Eso sólo se mantiene en la España más profunda. Ahora que lo pienso, habrá que decidir con tiempo si Marina llamará a su madre de usted y me tuteará a mí, porque ella le habla en portugués y yo en castellano.
A la mierda de conexión de ADSL. Después de ruegos, peleas y más ruegos con la compañia que da el servicio, parece que conseguiremos un ancho de banda de 650 Kb. Es duro después de disponer de 4 Mb.
A las diferencias tan extremas entre estratos sociales. Abismales. Un obrero sin cualificación gana menos de 200 € al mes. Un profesional cualificado, un ejecutivo, se va más allá de los 2000 fácilmente.
A los atascos.
Al poco respeto que se tiene a los peatones. No hay dinero peor gastado que la tinta de los pasos de cebra.

Me he acostrumbrado fácilmente:

Al clima. Odio el frío, y me troncho cuando dicen que aqui en invierno hace frío porque la temperatura baja hasta unos 18 grados por las noches.
Al contacto humano. No es tabú tocarse, no hablo de meterse mano, sino de saludar y despedirte con abrazos, o que los tíos se den un beso. Y un tío, por eso, no es menos tío.
A ver a todas las mujeres impecablemente arregladas. Cabello (supongo que pelo también), manos y pies todas las semanas, aunque hay que reconocer que está tirado de precio, incluso para los niveles de aquí. Y a que todas piensen que los españoles somos exquisitos en el trato y muy educados. Ni chulitos italianos ni ná.
A que la gente sonría. A que me traten con cortesía en los casi todos los comercios, incluso la mayoría de funcionarios públicos. A lo abierto que es todo el mundo en general.
Al churrasco. Qué delicia de carne, no se puede comparar, y qué barata.
A los zumos de frutas, algunas de nombre impronunciable. El maracuyá porque ya lo había oído, pero hay otras que no consigo memorizar. Se hacen con pulpa natural congelada, mezclada con agua y algo de azúcar, y están divinos.
A tener la posibilidad de hacer compras en una gran superficie las veinticuatro horas del día. Una vez fui a comprar un colchón a las dos de la madrugada.
A tener servicio. Anda que no.

16 comentarios:

Corpi dijo...

Pues nada Pepe, hay que acostumbrarse. Supongo que la mejor manera de integrarse en una sociedad es acostumbrarse a las cosas más irracionales, vistas desde tu punto de vista occidental, y tratar de hacerlas lo más normales posible. Para esto sólo se necesita una cosa: paciencia.

Alfie dijo...

Diooooooos todo lo que tenia para leer por aquí, es que eso de perderse durante tiempo no es muy recomendable, se me acumula el trabajo y la lectura.
Supongo que te iras acostumbrando poco a poco, de la lista de las cosas en contra, hay varias que me seria muy duro desprenderme de ellas (ese aceite de oliva por zeus!!) y eso que me llamen chistando o por silbidos lo llevaría muy mal.
Pero por otro lado las cosas buenas parecen estar muy bien, habría que llegar a un termino medio...
Un saludo desde "Los Madriles"

Pepe Castro dijo...

corpi:
Así es, si te fijas verás que en ningún momento critico nada. Asumo que la perspectiva es diferente y trato de adaptarme.
Saludos.

alfie:
A ver si no te pierdes tanto, jajaja.
Un abrazo y gracias por volver.

ninfasecreta dijo...

Pues no es mala vida, no...

Oye, y la seguridad ciudadana? Y la morriña...?

Pepe Castro dijo...

ninfa:
No es del todo mala, no, jeje.
La seguridad ciudadan, por desgracia, está aumentando bastante, cuando esta era una ciudad bastante tranquila, teniendo en cuenta que es una de las más grandes del país. Aun así, no se puede comparar con Río o São Paulo.
Y la morriña la llevo bastante bien, lo normal, echo mucho de menos a los míos, pero ando bastante ocupado como para tener el coco en otras cosas que no sea labrarme un futuro aquí.
Gracias por pasarte, siempre es un honor.

PS: Tengo muy descuidados los blogs amigos por problemas con la conexión a internet, pero prometo ponerme al día en cuanto pueda.

Patri dijo...

Pues pinta bien...a medias. Creo que yo también me acostumbraría a lo mismo que tú, pero yo tengo un problema peor, no soportaría vivir lejos de aquí...

Besotes guapísimoooooo

Pepe Castro dijo...

Patri:
Es lo que peor se lleva, qué duda cabe.
Un besote.

Félix Amador dijo...

Ah, que a lo bueno se acostumbra uno enseguida. Además, con la compensación de estar con tu mujer y saber que está haciendo lo que le gusta, ya creo que vale.

Parece un gran país. Espero que lo disfrutes.

Un abrazo.

Pepe Castro dijo...

Entre que a lo bueno es fácil acostumbrarse y que lo malo no es para tanto, creo que me voy a quedar una temporadita...

Anónimo dijo...

¿Pero dónde estás, Pepe? ¿Colchones a las dos de la mañana? A las dos de la mañana hay que gastarlos hombre, no comprarlos, jeje.

Una pregunta más, ¿dónde consigue un bloguero a su ninfa secreta? lalala...

¡Un abrazo! Pero un abrazo de tío, de los viriles, con palmaditas fuertes en la espalda, ¿eh? Cuídate.

el piano huérfano dijo...

somos animales de custumbre...
pero seres humanos que disfrutan del descubrimiento, no hace falta acostumbrar a todo con el simple hecho de exprimitarlo - esa es la magia de la vida...y alma de aventurero

Pepe Castro dijo...

el huerfano piano:
Eso creo yo, somos animales de costumbres hasta que las circunstancias aprietan...

Anónimo dijo...

Pues mi país... es el mejor del mundo, AUNQUE voy a vivir en el tuyo!!!

Espero que te vaya todo bien en BR.

Pepe Castro dijo...

Gracias Marikato.
Ya estoy poniéndome al corriente de tu blog.
Besotes.

Dejame que te cuente dijo...

hola pepe...
ojala te vayas acostumbrando poco a poco a no echar en falta todas estas cosas que tenias en españa....y ojala esos pequeños placeres de tu nuevo hogar suplan con creces las deficiencias....

acabo de instalar un reproductor deezer en mi blog...asi que mucas gracias....y encantada de visitarte como siempre....

un beso¡¡¡

Pepe Castro dijo...

Siempre es un honor verte por aquí, maestra.
España y sus cosas se echan de menos, como es normal y lógico, pero lo llevo bien, estoy con mi mujer y mi hija, que son lo más importante para mí. Lo peor es que tengo otro hijo allí, pero espero verlo este verano si Dios quiere.
Un besote y gracias.