Sigo disfrutando de mis vacaciones. Después de unos días de tener que apechugar en el cuidado de la casa y de la niña (no mucho, la verdad), y ya con empleadas nuevas, retomo mis ocupaciones. Estoy exprimiendo el contenido de mi disco duro multimedia de 500 Gb -bendita compra, música, pelis y fotos en un aparatejo que ocupa lo que un libro-, internet cuando Joe no tiene ocupado el portátil para trabajar, lectura -voy por la décima novela de misterio-, piscina. Muy duro todo, la verdad, pero siempre fui muy sufrido.
Esta vez las empleadas han venido por agencia. Es todo mucho más limpio. Más impersonal, es cierto, pero con muchas más ventajas, que ya se sabe que la confianza da asco, y eso de que una amiga te recomiende a una familiar que bla, bla, bla, ha quedado demostrado que no funciona. Están a prueba, y si no quedamos satisfechos tenemos derecho a devolución. Como otro producto cualquiera. De momento la niñera me gusta mucho, además trabaja muy bien (sí, es un doble sentido, no le déis más vueltas).
De vez en cuando me doy de bruces con la realidad de donde me encuentro. El otro día mi cuñado oyó un ruido debajo del capó del coche. Será un gato, pensé. Abrió el capó y lo que vimos fue ¡un camaleón! Lo hemos adoptado y ya son dos las mascotas que tenemos, junto con un pollito que le regalaron a mi hija. Cuenta la tradición nordestina que estos bichos tienen alguna extraña facultad que ayuda a los bebés a decir sus primeras palabras. Una superstición como otra cualquiera, pero casualidad o no, ayer la niña dijo su primer "papá" claro como el agua.
Esta vez las empleadas han venido por agencia. Es todo mucho más limpio. Más impersonal, es cierto, pero con muchas más ventajas, que ya se sabe que la confianza da asco, y eso de que una amiga te recomiende a una familiar que bla, bla, bla, ha quedado demostrado que no funciona. Están a prueba, y si no quedamos satisfechos tenemos derecho a devolución. Como otro producto cualquiera. De momento la niñera me gusta mucho, además trabaja muy bien (sí, es un doble sentido, no le déis más vueltas).
De vez en cuando me doy de bruces con la realidad de donde me encuentro. El otro día mi cuñado oyó un ruido debajo del capó del coche. Será un gato, pensé. Abrió el capó y lo que vimos fue ¡un camaleón! Lo hemos adoptado y ya son dos las mascotas que tenemos, junto con un pollito que le regalaron a mi hija. Cuenta la tradición nordestina que estos bichos tienen alguna extraña facultad que ayuda a los bebés a decir sus primeras palabras. Una superstición como otra cualquiera, pero casualidad o no, ayer la niña dijo su primer "papá" claro como el agua.
16 comentarios:
Procure que no se le escape el camaleón, que se mimetiza y no lo vuelvan a encontrar. Me alegro de que le vaya todo bien.
A propósito: ¿de qué color es un camaleón encima de un espejo?
Si alguien lo sabe, que me saque de dudas, si no haré el experimento.
Saludos, capi.
Me alegro de leerte de nuevo. Por lo visto va todo muy bien de lo cual me alegro mucho. Ve con cuidado con los bichos que ahí son muy grandes. A ver si un día te tiras a la piscina y te sale una anaconda.
Saludos
corpi:
Los bichos, los peores los mosquitos. Encima son mucho más espabilados que por allí. Son rápidos que te cagas.
Un abrazo.
Ya veo ya que ers muy sufrido. o_-
Me encantan los camaleones, y creo que algo de suerte dan, así que hazme el favor de cuidarlo.
La niña ya veoq ue está preciosa. ^_^
Besotes cariñooooooo
hola pepeeeeeeee........
que alegria tenerte de vuelta por le mundo bloguero...acabo de leerte todo lo que tenia pendiente...y me alegro de que estes empezandoa adaptarte...
tu llevas sangre andaluza....y los andaluces estamos preparaos pa tó...jejjejee...
te mando un beso ....ojala pudiera mandarte mi tortilla de patatas...pero te prometo colgar una fotillo en el b log...jajajjajaaa...
tambien mis cariños a tu bella familia...
me alegro de corazon de leerte ...
muaskkkkk
Patri:
Pues me pones en un compromiso, que lo sepas, porque yo pasaba del bicho olímpicamente.
Pero porque tú me lo pides, te prometo que procuraré que no le falte de nada.
Besotes multicolores.
Fire:
Espero esa tortilla con los cubiertos en la mano.
Pues sí, hijo de andaluces y emigrantes, lo mío me viene de casta.
Y los besos a la familia ya están repartidos, un montón de gracias.
Mira que es tener suerte y encontrarse un camaleón debajo del coche... a partir de mañana me fijare si hay alguna mascota trastando dentro de mi coche... lo tendre en cuenta jajaa un beso y nos leemos...
http://mery-ghost.blogspot.com/
Mery:
Ten cuidado con lo que adoptes si te lo encuentras debajo del coche, yo una vez me encontré un borracho.
Gracias por la visita, ya vengo de tu blog.
ese papá necesita un babero
Óscar:
¿Se me nota mucho?
niño, qué casualidad lo de la niña, no? jajaja... será gracias al camaleón o no... pero seguro que a ti se te cayó igualmente la babá cuando la escuchaste, verdad? :p
Por cierto, ten cuidao con el camaleón, a ver si un día le da por comerse a la niña! que con esas rosquillas que tiene y lo linda que esta, dan unas ganas tremendas de comerse a esa muñequita...!
Un beso.Angie.
Y míralo al padre como se le cae la baba con su niñaaa... jejeje... claro que sí, como debe ser.
Muy bueno lo del camaleón, te digo: ten cuidado a ver si se te va a meter un armadillo en la cama o algun ser de esos exóticos (y dije exóticos, que no eróticos) que polulan por ahí...
Un abrazooooooo
Angie y Gambu:
Que sí, que sí, que a uno se le cae la baba, qué le vamos a hacer.
Besotes a los dos.
creo que si pones un camaleon encima de un espejo, el mundo se para y el cielo empieza a rugir y a llover. Nadie nunca jamas lo ha hecho...ten cuiiiidado. ¿por que no pruebas con el pollito mejor? gracias por leerme y no tacharme de loco! (loco puedo ser pero no me taches!) muchos saludos! (por cierto, escribes claro, me encanta la gente que es sutilmente clara!)
¿dominaran el mundo algun dia los mosquitos?
common people:
Agradecido por la devolución de la visita.
¿Tacharte de loco? Eso no, pero quizá te ponga en cursiva.
Tú sí que escribes claro, y no precisamente con sutileza. Al pan pan, y al vino, vino.
Saludos, nos leemos.
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